Para llegar a ser un deportista de élite son necesarios muchos ingredientes, uno de los más importantes es la genética pero un entrenamiento bien estructurado es lo que puede marcar la diferencia entre ser el campeón del mundo y no serlo. A parte de ello, una adecuada alimentación es fundamental para la consecución de éxitos. En definitiva, una planificación de entrenamiento adecuada tanto a corto, como a largo plazo es fundamental para el éxito de este deportista tan laureado, pero otros factores como la genética (mayor porcentaje de fibras rápidas) o una buena alimentación son determinantes para la consecución de su éxito.
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